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El contenido de humedad en el ambiente se mide como Humedad Relativa (%), que representa el porcentaje de agua presente el aire a una determinada temperatura, en comparación con la cantidad que podría contener la masa de aire cuando está saturada (100%HR). 
Los sistemas de deshumidificación son necesarios para evitar los problemas que genera el exceso de humedad en el ambiente, algo que también puede afectar a los productos o incluso a las personas. Es importante tener en cuenta que determinados valores elevados de Humedad Relativa pueden ser perjudiciales para industrias como la frigorífica, la farmacéutica o la alimentaria, así como para el transporte neumático, cámaras de congelación, archivos, museos, piscinas, gimnasios y para el confort doméstico.

Para controlar estos niveles, disponemos de:

• Deshumidificadores de ciclo frigorífico, en los que un ventilador hace pasar el aire húmedo por la superficie fría del evaporador (provocando la condensación del agua al enfriarse por debajo de su punto de rocío). El aire frío sale del evaporador y se recalienta al pasar por el condensador, tras lo cual es expulsado al ambiente. 


• Deshumidificadores de adsorción (Rotor desecante), basados en las propiedades higroscópicas del rotor de sílica gel. El aire a tratar pasa a través del rotor desecante, donde las moléculas de agua son adsorbidas por el rotor, impulsando un aire seco con un punto de rocío mucho más bajo. La etapa de reactivación calienta el rotor de sílica gel, provocando un incremento de la temperatura del aire seco.